Protocolo

Me han invitado a una comunión

El sentido de este acto es un ritual de la Iglesia católica y un evento familiar. Es una fiesta, sí, pero el protagonista es el niño o niña que recibe el Sacramento de la Primera Comunión. Es un acto más austero que una boda, por ello una comunión es un evento de media etiqueta, con lo cual no se debe ir de largo. En todo caso los padres del niño son los que marcan la etiqueta del evento.

 

Se aconseja llevar vestido corto (dos dedos por encima o dos por debajo de la rodilla, nunca mini) sencillo o mínimal, conjuntos de dos piezas, traje o mono. Es recomendable llevar chaqueta o abrigo por dos razones: por etiqueta, pues en la iglesia está mal visto llevar los hombros al aire durante la misa; y por lógica, ya que la comuniones habitualmente se celebran en primavera y el clima es suave todavía.

 

Evita los escotes generosos, las espaldas excesivamente descubiertas (se puede llevar un chal, mantón, chaquetilla… por encima para cubrirse un poco) o las faldas demasiado cortas.

 

El color blanco, incluso en total look está permitido. Procura no ir de negro, o al menos no en total look.

 

No se debe llevar ni pamela grande, ni tocado ostentoso. Aunque si están permitidas las diademas, horquillas o pequeños adornos en el cabello. Los guantes están permitidos, aunque mejor cortos que no sobrepasen el codo. Las joyas o bien solo una o bisutería discreta.

 

El bolso puede ser de tipo sobre (cartera grande y plana) o un bolsito pequeño. Preferiblemente evitar los bolsos metalizados o bolsos joya pues son más indicados para los eventos de noche.

 

Los zapatos pueden ser el clásico stiletto de estilo “Lady”, peeptoes o sandalias de tacón. Mejor si son de color diferente al bolso.

 

Respecto al maquillaje y el peinado, que siempre prime la naturalidad. No abuses de las sombras o los labiales muy fuertes. De nuevo, menos es más.